26.1.14

La diferencia entre un escritor y un escribidor

Para empezar a cumplir con mi promesa, sobre compartir lo poco que sé sobre el arte y oficio de un(a) escritor(a), creo conveniente señalar la diferencia entre lo que es un escritor y un escribidor...

Primero, debo confesar que el cuestionamiento no vino de confección personal, puesto que me lo planteé por vez primera, al leer un artículo en donde Roberto Bolaño tachaba de tal manera a Isabel Allende. He tenido la oportunidad de leer trabajos de ambos, y no creo ser la persona para descalificar a cualquiera de los dos, mucho menos lo pretendo... de hecho, ni con ellos ni con nadie. A pesar de ello, veo oportuno mencionar que, después de todo, la buena literatura existe para reconocer la mala, y viceversa: el gran equilibrio de la vida, yin-yang -dualidad- del oriente, el equilibrio para el occidente. Esto viene a cuento, debido a que según la RAE un escribidor es sinónimo de mal escritor, y creo que entre los escribidores hay tomos admisibles sobre tema, letras por encargo (es decir, va incluido el mapa argumental), relatos predeterminados, digeribles y pasables.

En definitiva, no creo que la diferencia entre un escritor o un escribidor sea su calidad narrativa, sino más bien su contribución, su semilla artística: para mí no es lo mismo una novela de lenguaje moderado, estilo remarcado, de contenidos justos y complacientes (o temas de escándalo y otras características a añadir o modificar), que una novela bien contada, de contenidos inauditos, que puede lucir una voz y encontrar la complacencia de algunos lectores, pero que mueve, siempre mueve, a otros tantos a la creación, al seguimiento del discurso leído (a recomendar con imparcialidad, a escribir, a promover).


La segunda vez que quedé ante la pregunta sobre qué era un escritor y qué un escribidor, fue gracias a Ariana Moctezuma (o mejor conocida como Karuna, que hallé en Adictos a la escritura), mujer poseedora de una mente muy alerta y de escritura apasionadamente sensata, que mostró cierta inquietud por la diferencia entre estos términos que presento. Según he visto, a muchos se les llama escribidores porque tienen la capacidad de entretener al lector, de gozar de éxito mediático y de contar con una legión de lectores bastante apetecible, sin embargo, pienso que ahí está pasándose por alto algo que me parece muy importante para denominar a alguien como escritor o escribidor: el proceso creativo.

Creo que tanto un escritor como un escribidor son importantes en nuestra sociedad, en esta sociedad que deifica las letras, pero que apenas las toca; si en algo nos distinguimos los escritores, no es en que seamos dignos de una caricia por parte de la mano de los dioses o bañados por el soplo divino del cosmos -patrañas más, patrañas menos-, sino porque somos una minoría divulgada (a veces por nosotros mismos, en compromiso con la extensión de nuestros escritos), pero que no somos más importantes que un escribidor o un científico, después de todo, todos hacemos lo que podemos y, en el mejor de los casos -el más recomendable-, lo que sabemos y queremos. La cuestión que muestro (o al menos intento), es regresar a la base pero sólo para entender lo que se está haciendo... 

Entonces, ¿qué es un escritor? ¿Qué hay del escribidor?
"Ante el escribidor y su escribidura, el lector recibe lo que, de algún modo, conoce. Por manejar un símil gastronómico: cruda, frita, hervida o asada, reconoce la cebolla. En cambio, la escritura del escritor propone un ejercicio de extrañamiento similar al de su producción, su quehacer. El lector también se sumergirá en un medio extraño poblado de signos reconocibles –las palabras de la tribu– pero articulados en combinatorias inéditas.
La escribidura pasa [...]. La escritura, lo que, en el mejor sentido, llamamos literatura –que en su origen significó lectura– vuelve, insiste, se resiste a desaparecer y no hay lectura que la agote. Es el reino de la vigilia, del que escribe buscando estar despierto en la penumbra de la palabra inusitada y de quien lee en la misma situación alerta que solemos llamar lucidez.
Escritores y escribidores, Blas Matamoro.

6 comentarios:

Abi dijo...

Qué buena reseña Athena, me gustó que definieras en tus propias palabras escribidor y escritor, la verdad que entre personas que aman las letras no deberían de haber tantas riñas por calidad, si después de todo se tiene algo en común, el amor por las letras

Abi dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Athena Rodríguez dijo...

Eso mismo Abi: creo que suelen colocarse en una postura muy tajante respecto a otros, de hecho, hace poco leí una entrevista, en donde un escritor llamaba mamarracho a otro... una pena.

Gracias por leer y comentar. Saludos ^_^

Laura SB dijo...

Según la definición, ¿la mayoría de autores "comerciales" sujetos a modas serían escribidores y las novelas que no perduran son encribidura? Pues no podía estar en más desacuerdo, sobre todo porque habría que añadir muchos matices y también porque me parece injusto generalizar tanto.

Athena Rodríguez dijo...

Hola Ariana, hola Laura. Gracias por leer y comentar.

Karuna, concuerdo con tu mamá y en lo que dices acerca de los premios, no obstante, no creo que en este artículo esté en discusión lo que es un buen o un mal escritor, en cambio, la diferencia entre un escribidor y un escritor -y mi postura ante ello-, sí... Ah, y a mí sí que me preocuparía que alguien escribiera como Borges o como Meyer, y no porque lo hagan "bien" o "mal", sino porque entiendo que las lecturas que vamos haciendo pueden influir en nuestro estilo, y, sin embargo, pienso que habría que percatarse cuando esto sucede y corregirlo, o saber cómo incluir o experimentar en el estilo propio ciertos elementos (como todos los que ya hemos incluido, que no son creación divina), sin ser remedo o plagio de tal o cual escritor.

Y Laura, estoy de acuerdo contigo, pero lo que menciono arriba es justo lo que señalas, que a todos los que tienen éxito comercial se les pone en el saco del escribidor, que, a su vez, es una actividad infravalorada por contrario de lo que hace un escritor… Se generaliza, por supuesto, es injusto, pues está claro, aunque no veo el porqué la intrascendencia de lo escrito deba ser un problema o el sinónimo de algo “mal hecho”, ya que para que se presente dicha condición, están en juego muchos factores.

Gracias por pasarse, nuevamente. Saludos :)

Marco Antonio Guillén Chåvez dijo...

Soy aficionado a la escritura y me surgió la duda entre escritor-escribidor. Su explicación y los comentarios aquí vertidos me fueron de mucha ayuda. Gracias.